El día de Reyes lo celebramos siempre en familia, y este año, aparte de que ha sido muy especial ya que estábamos todos los hermanos juntos (hacía ya varias Navidades que no lo hacíamos), hay que añadir que nevó, por lo que todo parecía más mágico.
La verdad es que nos sorprendió muy gratamente y la disfrutamos mucho, cada uno a su manera claro: los niños (y no tan niños) jugando y yo, personalmente, deleitándome con los paisajes que iban apareciendo al caer la nieve.
Y fue un buen momento para reflexionar sobre que hacer, en el tema de labores, este nuevo año que acaba de empezar. Muchas son las personas que se hacen propósitos cada inicio del mismo, pero os confieso que a mi me agobia bastante el estar supeditada de antemano a tener que llevar a cabo trabajos, labores y demás .
Así que este año he decidido que no me voy a proponer nada de nada.
Eso no significa que no haga nada, claro, sino que haré sólo cosas que me apetezcan y me hagan disfrutar. Pero lo haré a mi ritmo, con calma,...
Me apetece mucho la costura, el punto de cruz, la fotografía y la decoración. También haré alguna cosilla de scrapbook, pero poco, ya que es algo que últimamente no disfruto como quisiera.
Hay temporadas en las que me apetece mucho una cosa y me meto de lleno en ella, y en cambio otras en las que eso mismo no me reporta nada de nada.
¿A vosotras os pasa también?
En fin, pues estas fueron mis reflexiones en este día tan frío y a la vez, tan cálido y bonito.
Gracias por acompañarme.
Y no olvidéis dejarme algún comentario. Me encantará leeros.
Es que los propósitos de año nuevo pocas veces se cumplen porque la mayoría de las veces los enfrentamos sin un plan, así que en realidad se quedan en simples deseos. Pero está bien lo de proponerse hacer lo que nos hace felices y nos relaja
ResponderEliminarPues si, soy de la misma opinión. Un besito!
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