🍂 Cuenta atrás para el otoño – faltan sólo unos días!
La despensa se llena y la casa huele distinto.
Septiembre ya casi se despide y, con él, parece que todo se acomoda. Los días se hacen más cortos, las sombras más largas y el aire, aunque todavía cálido, ya tiene algo distinto. Es como si el verano empezara a recoger sus cosas para dejar sitio a una estación que viene despacio, pero segura.
Entre frutas y frascos
No sé qué tienen estas fechas que me despiertan las ganas de “guardar” momentos. Puede que sea el instinto de no querer perder nada, o simplemente las ganas de disfrutar más despacio. Es tiempo de despensa, de frascos alineados que guardan colores y aromas.
Este año quiero hacer conserva de tomate —nada como abrir uno de esos tarros en pleno invierno y que huela a verano—, una mermelada de moras dulces (esas que encontramos en los caminos y saben a paseos sin prisa) y hasta aliñar unas olivas. Mi suegro tiene olivos y me ilusiona coger unas pocas, prepararlas con calma y dejarlas reposar, sabiendo que cuando las abra más adelante será como volver un poco a estos días.Y mientras corto y preparo, vienen a mi cabeza recuerdos de paseos anteriores: el olor del campo después de una tormenta, el crujido de las hojas bajo los pies, la sorpresa de encontrar moras escondidas entre los zarzales. Cada frasco parece guardar también un trocito de esos momentos.Cocina que reconforta
Y, como siempre, la cocina acompaña. Septiembre es ese mes en el que sacas las ollas, las sartenes y, por supuesto, la Thermomix, que para mí es aliada fiel cuando quiero hacer mucho sin complicarme.Me gusta que todo vuelva a un ritmo más lento: un sofrito que perfuma la casa, una crema de verduras que reconforta, un pan que sube en el horno mientras fuera refresca.
Estas son algunas de las recetas que me rondan estos días:
Mermelada de moras (receta aquí).
Pan casero, ese aroma que convierte la casa en refugio.
Carrot cake, suave y especiado, perfecto para una merienda lenta.
Cinnamon rolls (receta aquí).
Risotto de setas de temporada, para los primeros días frescos.
Crema de setas y verduras, ligera y reconfortante.
Conserva de tomate, porque siempre apetece en pleno invierno.
Me encanta escuchar el sonido constante de la Thermomix mezclando, cortando, cocinando por mí mientras voy a otra cosa, o abrir el horno y que el olor a pan recién hecho invada la casa. Son detalles pequeños, pero hacen que la cocina se sienta viva y acompañada.
La casa se prepara: cambio de armario
Y mientras la cocina se llena de aromas, el resto de la casa también pide su espacio. Septiembre me invita a abrir los armarios, a doblar, guardar y cambiar. Es un ritual que disfruto: sacar los tejidos más ligeros, darles las gracias por el verano, y dejar sitio a los que vienen: jerseys suaves, botas, esa gabardina que me encanta.
El cambio de armario es más que ropa: es un gesto que marca un nuevo comienzo. El olor también cambia: un poco de canela en la cocina, una vela con aroma a calabaza, el tacto de las lanas. Todo son señales de que el otoño está casi aquí y quiero que me encuentre lista, sin prisas pero con ilusión.🧡 Mi propuesta
Esta semana, hazlo sencillo pero significativo: guarda algo en la despensa (aunque sea una mermelada rápida), prueba una receta que te dé ilusión, saca una prenda de abrigo y mírala con ganas de estrenarla, pon orden en un cajón. No es cuestión de grandes cambios, sino de preparar el terreno para lo que llega.
Este viernes sabe a despedida, pero también a promesa. Nos leemos el lunes 🍁 Será el último post de esta serie y, por fin, el otoño estará llamando a la puerta. Tengo muchas ganas de contarte cómo lo celebro, pero por ahora, quedémonos con este momento: el de preparar, guardar y disfrutar de lo simple.Gracias por estar al otro lado. Si te apetece, déjame un comentario ...
Me encantará leerte.
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