🎃🌰 31 de octubre: brujas, castañas y despedidas

La última noche de octubre siempre tiene algo especial. Se nota en el aire, en las sombras más largas, en el olor a castañas asadas y en ese cosquilleo que mezcla alegría infantil y una melancolía suave.

Me encanta Halloween. La fiesta en sí.

Esa manera tan americana de adornarlo todo, de llenar las casas de calabazas, luces, telas de araña y brujas con tacones. Me gusta el juego, lo simbólico, la risa que se esconde tras un disfraz.

Pero también me gustan las costumbres de aquí.

La Castañada, los panellets, las calaveras de azúcar, las historias que se contaban al calor del fuego. Me gusta cómo cada región en España celebra a su manera el tránsito entre octubre y noviembre. Me parece que todas esas tradiciones, tan distintas y tan nuestras, tienen algo en común: la necesidad de hacer una pausa, de encender una luz, de recordar.o.

Hoy me apetece desearte una noche bonita.

Llena de luz cálida, de calabazas encendidas, de dulces en la mesa, de niños disfrazados y de historias que dan un poquito de miedo… pero que siempre acaban bien.

🍂 Este octubre ha sido corto y largo al mismo tiempo. Lleno de bordados, lluvia, colores cambiantes y esos momentos pequeños que te dicen que el otoño ha llegado para quedarse.

Y aunque aún quedan hojas por caer, esta noche marca el fin de algo. No sé muy bien el qué. Tal vez solo el paso invisible entre un octubre lleno de luz naranja y un noviembre más lento, más hondo, más interior.

Así que, sea cual sea tu manera de vivirlo, feliz noche de brujas, feliz Castañada, feliz todo.

Que haya fuego, abrigo, dulces en la mesa y alguna historia para recordar.

Mañana será noviembre.

Y ahí seguiremos.