📖 Día 5 — Diario de Brise d’automne
Noviembre ya está aquí...
Y lo ha hecho como suele hacerlo: sin ruido, pero dejando claro que el otoño ha entrado en una nueva fase. El aire se ha vuelto más frío, el cielo más bajo, y por las tardes ya no hay tregua de luz. Todo se apaga un poco antes, y a mí eso no me molesta. Al contrario: hay algo en esa oscuridad temprana que me calma.
Atrás queda Octubre, un mes que adoro, que me acompaña desde siempre, y que, aunque se haya marchado, me ha dejado una estela de cosas bonitas.
La semana fue tranquila, con la rutina de siempre: trabajo, casa, y ese deseo de que el frío llegue por fin y poder sacar los abrigos, preparar sopas, dormir con edredón,...
Nada extraordinario, pero necesario.
El fin de semana pasado volví a abrir mi Diario de Navidad: lo tenía guardado desde hacía tiempo, y reencontrarme con él fue como rescatar algo que me pertenece. Estuve revisando lo que ya había escrito, pensando cómo continuar, y haciendo una especie de mapa mental de lo que quiero guardar este año. Me gusta esa sensación de crear algo con intención, de anticipar los días que vendrán. Pero antes quiero terminar los dos que tengo sin acabar así que me dediqué a recopilar fotos, ordenarlas por carpetas y dejarlas listas para imprimir y retomarlo.
Ayer, viernes, no trabajé, y aprovechamos para salir. Nada especial: un paseo , algunas compras, ese tipo de planes sencillos que te vacían la cabeza. Y me di cuenta que ya todo empieza a llenarse de navidad.
Y bueno, ayer fue Halloween una fiesta que me encanta. No lo celebré , pero puse algún adormito en casa , encendí unas velas, e hicimos un mini maratón de películas para la ocasión: Hocus Pocus, Prácticamente Magia, y Sleepy Hollow.
El ambiente, las brujas, el misterio... Me gusta la idea de que por un día el mundo entero se vuelve un poco más oscuro, pero no en el mal sentido, sino en el de lo profundo, lo antiguo, lo que se esconde.
Lo que si hice fue terminar los bordados pequeños que tenía entre manos. Me hacía ilusión tenerlos antes de que acabara el mes, como una pequeña tradición personal.
Y así, octubre se despidió.
Hay meses que llegan con fuegos artificiales.
Noviembre no.
Noviembre llega como una brisa fría: sin ruido, pero lo cambia todo.
Gracias por estar al otro lado. Si te apetece, déjame un comentario ...
Me encantará leerte.
Noviembre llega con la calma contenida que precede al bullicio de la Navidad.
ResponderEliminarQue lo disfrutes mucho.
Besitos