📖 Día 6 — Diario de Brise d’automne

 

No siempre tienen que pasar grandes cosas.

A veces, una semana tranquila basta para sentirse en equilibrio.

Trabajo, rutina, cenas tardías...  y la certeza de que noviembre ya se ha instalado del todo. Atrás quedó Octubre, parece que pasaron mil días ya...

El aire ha cambiado. Sopla más frío, más serio. Las tardes se apagan antes y la luz ha perdido su tibieza. Por fin —por fin— parece que el otoño va en serio.Y a mí me encanta.

El pasado domingo fuimos a Lleida, un viaje exprés,  a ver jugar a mi sobrino a hockey. Fue uno de esos planes sencillos que te sacan un poco del bucle semanal. Animarle desde la grada, ir a comer juntos después, charlar, reír, pasar el día en familia… pequeños momentos que recargan.

Llegó el jueves y llovió, y no solo un poco, llovió de verdad . Nos llegó una alerta de Protección Civil por lluvias torrenciales, y durante las primeras horas de la mañana la lluvia golpeó con fuerza los cristales. A mí me pilló en casa y, qué quieres que te diga, reconozco que lo disfrute. Hay algo reconfortante en el sonido de la lluvia, de los truenos, cuando estás a cubierto, segura y con un café en la mano.

Estos días he estado hojeando revistas y libros, buscando algún diseño pequeño para bordar algún adorno navideño.

Quiero algo simple, rápido, que no me lleve más de un par de tardes. 

Tengo varios de años anteriores, y me hace ilusión ir sumando por lo menos uno nuevo cada temporada. Verlos colgados en el árbol es como mirar un pequeño álbum de puntadas: uno que guarda hilos, fechas, momentos.

Y como os conté en publicaciones pasadas, he retomado el diario de Navidad de 2023. Ya tengo las fotos impresas, así que estos días he ido sacando algunos materiales, a pensar combinaciones, fondos, etiquetas... Me gusta esa mezcla de recuerdos y creatividad. Dejar constancia de lo vivido con las manos. En cuanto lo termine me pondré con el del 2024 que es el otro que  tengo sin hacer: mi intención es terminarlo también. Ojalá pueda acabar los dos. Me gustaría poder empezar el de este año 2025 teniendo ya los anteriores terminados, sería una forma de no arrastrar  lo pendiente. De dejar el año limpio, redondo.

Las noches siguen siendo iguales: largas, cansadas.Llego a casa sobre las nueve y media y me dejo caer.Pero hay un momento —siempre el mismo— en que la calma entra conmigo.

Mi casa me recoge, y con eso basta.

Y hoy, si nada cambia, estaré en Creativa Barcelona . La feria comenzó el jueves y este sábado es mi turno para disfrutarla.

Tengo muchas ganas. Sé que volveré con alguna compra bonita, con materiales nuevos y con muchas ganas de empezar cosas. 

Pero más allá de eso, lo que más me gusta es pasear por los pasillos, mirar con calma, inspirarme.Es una especie de ritual de otoño. Uno que me conecta con todo lo que me gusta hacer.

Noviembre no necesita grandes gestos. Le basta la lluvia, una taza de café caliente y el sonido de la aguja. En ese silencio, todo cobra sentido.

Gracias por estar aquí. Si te apetece, déjame un comentario.

Me encantará leerte.

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